Comienzo la semana con 1 año más... Sí, como si ya no fuese lo suficientemente duro empezar un lunes yo lo hago con un añito más a mis espaldas. ¡¡¡Uy qué ilusión!!! [ironía]
No es que sea algo nuevo el que no me apasione en exceso la llegada de mi cumpleaños, es algo que viene de muy lejos, aunque en cada época ha sido por motivos distintos...
Cuando era pequeña la razón principal para que no me gustase mi cumpleaños era por el simple hecho de no poder celebrarlo con mis compis del cole. Siempre eché de menos el ir como el resto de ellos con sus paquetitos de caramelos, chuches, invitaciones personalizadas con un payaso sonriente etc etc etc... y repartirlos entre toda la clase. A veces me imaginaba cumpliendo años en periodo lectivo y siendo la reina de la fiesta. Alguna vez que otra le solté a mi madre un: ¿Jooo mamá por qué me tuviste en verano?
Durante toda mi infancia tuve que resignarme a ser la eterna invitada y conformarme con celebrar el mío con mis hermanas, primos, tías, etc... ósea... con toda mi familia a la que tenía más vista que el tebeo.
Seguí creciendo y la cosa no es que mejorara mucho más... En fin, es lo que tiene cumplir años en pleno verano.
A todo esto le llegó el turno de querer cumplir años como una loca, de querer ser "mayor" (no sé para qué...) de enfadarme porque la gente me echaba menos edad de la que tenía, de ofenderme porque me pedían el carnet de identidad para entrar en los locales, de poner el grito en el cielo cuando alguien creía que mi hermana con la que me llevo sólo un año, era mayor que yo...
Pensaba: "Cómo osan a creer que la mayor es ella, ¡SOY YO!".
Después pasan los años y en vez de querer que pasen volando, lo que quieres es que pasen lo más lentos posible o incluso pararlos de cuajo si se diera la posibilidad, y mas aún cuando un día te miras al espejo y sin saber cómo, cuándo y por qué, te encuentras una arruga en la frente que el día anterior no estaba. Así tal cual, ¡¡¡sin previo aviso ni nada, oiga!!!
Sin ir más lejos no hace mucho me pasó algo que clamó al cielo.
Os pongo en antecedentes.
Supermercado, sábado por la tarde. Me estoy recorriendo tranquilamente los pasillos buscando algún ingrediente para una receta.
De fondo la típica melodía del super. Un poquito más lejos unas cajeras hablando de lo que harían esa misma noche. De repente, muy cerca de mí escuché "señora", la voz era de un niño pero ni siquiera me esforcé en mirar hacia atrás. No pasó mucho más cuando ese "señora" volvió a sonar con más insistencia. Decidí girarme simplemente por ver que ocurría, lo que vulgarmente llamaríamos "mojetear". Cuál fue mi sorpresa cuando al girarme me di de bruces con un niño, el cual me miró de frente y me dijo: "Señora, sabe dónde están los huevos?"
¿¿¿Perdona???
Mi cara en ese momento era un poema, os juro que miré hacia atrás buscando a la susodicha porque era imposible que esa "señora" fuese yo. Efectivamente detrás de mí no había nadie. Miré hacia la derecha, nada. Miré hacia la izquierda, nada. (No había nadie más en un radio de 2 metros).
No había lugar a dudas, la señora de marras era YO!
Reconozco que en ese mismo instante habría cogido un foco, a modo de interrogatorio policial y le habría dicho: Pero niño, ¿¿¿tú que edad te crees que tengo???? Si yo soy "señora" ¿¿cómo llamas a esa con los bigudíes y el monedero sobaquero??
Después del shock inicial y de respirar profundamente lo guié hacia los dichosos huevos...
Salí de allí como alma que lleva el diablo y sin comprar absolutamente nada.
Lo único que me habría faltado es que al cruzar el paso de peatones me hubieran querido ayudar a pasarlo.
Que alguien me explique cómo se pasa de que un día te pidan el carnet de identidad a que otro te llamen señora...
Bien, pues como el tiempo de momento no podemos pararlo, vamos a intentar pasarlo de la mejor manera posible, por ejemplo con este pastel Selva Negra. Además de ser todo un clásico en la repostería, he intentado que sea una receta lo más sana posible, sin que por ello pierda su esencia. (Ya se sabe, a partir de cierta edad las "señoras" nos tenemos que empezar a cuidar).
Para ello he usado harina integral, así además de disfrutar de este delicioso pastel, estaremos metiendo un chute extra de fibra.
Para endulzar el bizcocho me he decantado por el uso de panela, un azúcar sin refinar obtenida de la caña de azúcar, considerado el más puro, natural y artesano.
En vez de usar aceite o mantequilla he usado mantequilla de almendra 100% casera y natural. Con tal solo 1 ingrediente podréis hacer vuestra propia mantequilla de almendra. Ya os aviso que es altamente adictiva, es una delicia. Desde que la descubrí no paro de tomarla a cucharadas.
Para el ganache de chocolate no he usado ni mantequilla ni nata, lo que lo hace más ligero pero sin que pierda sabor ni consistencia.
... Y ahora... Vamos con la receta!!!
Tarta Selva Negra
Ingredientes bizcocho
50-60gr. de mantequilla de almendra (véase más abajo)
180gr. de harina integral (10% de proteína)
30gr. de cacao en polvo sin azúcar
1 cucharadita de levadura en polvo tipo Royal
1 cucharadita de bicarbonato sódico
Una pizca de sal
150gr. de panela, previamente rallada
1 huevo L a temperatura ambiente
150gr. de Crème Frâiche
80ml. de agua muy caliente
Ingredientes mantequilla de almendra
250gr. de almendras crudas
Ingredientes cerezas al Ron
250gr. de cerezas con hueso y rabillo
15ml. de zumo de limón
60ml. de Ron añejo
60gr. de panela rallada
Ingredientes ganache de chocolate
100gr. de chocolate negro para fundir
100ml. de agua
15gr. de maicena
Ingredientes crema de mascarpone
250gr. de mascarpone frío
90ml. de nata para montar muy fría, mínimo 35%M.G
60gr. de azúcar glasé
Preparación
Para la
mantequilla de almendras vamos a tostar ligeramente las almendras en el horno a 180º durante 10-12 minutos. Cuidado que no se quemen, sólo queremos dar un ligero tostado. Dejamos que se enfríen. Por último pasamos a un procesador provisto de cuchillas y picamos 10-15 minutos según la potencia de vuestro aparato. No dejamos de picar hasta que se convierta en una crema suave y lisa. Pasará por distintos estados, desde picadas, arenilla, más adelante se formará una bola y por último se convertirá en la mejor crema de almendras que habréis probado. Para conservarla lo mejor es un tarro de cristal esterilizado, metido en la nevera. Aguanta perfectamente 1 mes.
Para el bizcocho precalentamos el horno a 175º calor arriba y abajo con la rejilla en el centro. Engrasamos 3 moldes de 15cm y colocamos papel vegetal en la base. Reservamos.
En un bol grande tamizar harina, cacao, levadura, bicarbonato y sal. Añadimos a estos la panela rallada, el huevo ligeramente batido, crème frâiche, la mantequilla de almendras y por último el agua caliente. Remover todo a mano o a máquina a velocidad muy baja y sólo hasta incorporar.
Dividimos la mezcla en los 3 moldes y horneamos durante 20 minutos. Dejamos que se enfríen sobre una rejilla unos 10 minutos y por último desmoldamos y dejamos enfriar completamente.
Para las cerezas al Ron pondremos en un cazo las cerezas enteras, zumo de limón, Ron y panela a fuego suave durante 10-15 minutos hasta conseguir unas cerezas suaves y un almíbar rojizo. Reservamos el almíbar por una parte y las cerezas por otra para que se enfríen. Por último una vez que los bizcochos estén fríos empapamos con almíbar cada uno de ellos.
Para la crema de mascarpone pondremos en un bol tanto el mascarpone como el azúcar glasé, batimos a velocidad media hasta que se integre totalmente el azúcar. Agregamos la nata muy fría y batimos hasta que espese.
Ahora vamos a hacer el
ganache de chocolate, para ello pondremos en un cazo el agua y la maicena hasta disolverla por completo. Llevar a fuego suave e introducir el chocolate troceado, remover continuamente hasta que el chocolate se deshaga y coja cuerpo. Retiramos el fuego y dejamos enfriar a temperatura ambiente con papel film a piel.
Ya sólo queda montar la tarta. Sobre el primer bizcocho untamos la mitad de la crema de mascarpone. Ponemos algunas cerezas al Ron (deshuesadas previamente). Colocamos el siguiente bizcocho y repetimos el mismo proceso anterior.
Por último colocamos el tercer bizcocho y sobre él extendemos todo el ganache de chocolate, exactamente la receta completa, no sobra nada. Decoramos con cerezas y chocolate rallado.
Como punto final podéis rociar toda a tarta con al almíbar sobrante.
¡¡¡Ahora sí que sí puedo celebrar mi cumple con todos vosotros!!!
¡¡¡Gracias por estar ahí un año más!!!
Un saludo ♡